26 de febrero de 2013

SEMINARIO "DIFERENCIAS HOMBRE-MUJER. EL MITO DE ANDRÓGINO".




 

Resumen de ideas  de la conferencia:

“Diferencias hombre-mujer. El mito de Andrógino”
7 febrero 2013
Dra. Montserrat Rutllant


Vivimos hoy en día en un ambiente en el que se difunde la idea de que el sexo se elige y faltan argumentos seguros y sólidos sobre este aspecto. Es una mentalidad que va extendiéndose a través de un goteo continuo en los medios.

¿Cuáles son las ideas claves para entender este fenómeno?

1.       Banalización de la sexualidad (ésta se convierte en objeto de consumo)
2.       Decidir si somos personas (¿qué o quién somos?). O somos persona o somos seres pasajeros abiertos al devenir de la materia …
3.       Distinguir  no es discriminar (un perro que no vuela no quiere decir que esté discriminado)

Parece que hoy en día está de moda  el intento de romper con los límites.

Se extiende en la idea de que la ciencia aporta evidencias sobre las diferencias entre hombre y mujer: diferencias cromosómicas, anatómicas, cerebrales y psicológicas, fisiológicas. El ser humano es dual: se presenta como hombre y mujer, pero al ser libre puede llegar a aflojar los límites del determinismo biológico.

Hace un breve resumen de la historia de la sexualidad y menciona algún autor cuyas teorías generan incertidumbre en torno a qué es la identidad del hombre y la mujer: el coetáneo Kevin Warwick, que afirma que “Nuestro cuerpo ya es sólo un estorbo para nuestro cerebro”.

La ponente al final de la conferencia invita los asistentes a leer el Discurso de Benedicto XVI a la Curia Romana con ocasión de la Navidad (21/12/2012). En él el  Papa habla de cómo va calando la ideología de género.  Transcribo parte del discurso que he extraído de internet que recoge algunas de las frases que la ponente leyó:

“... Si hasta ahora habíamos visto como causa de la crisis de la familia un malentendido de la esencia de la libertad humana, ahora se ve claro que aquí está en juego la visión del ser mismo, de lo que significa realmente ser hombres. Cita una afirmación que se ha hecho famosa de Simone de Beauvoir: «Mujer no se nace, se hace» ("On ne naît pas femme, on le devient"). En estas palabras se expresa la base de lo que hoy se presenta bajo el lema «gender» como una nueva filosofía de la sexualidad. Según esta filosofía, el sexo ya no es un dato originario de la naturaleza, que el hombre debe aceptar y llenar personalmente de sentido, sino un papel social del que se decide autónomamente, mientras que hasta ahora era la sociedad la que decidía. La falacia profunda de esta teoría y de la revolución antropológica que subyace en ella es evidente. El hombre niega tener una naturaleza preconstituida por su corporeidad, que caracteriza al ser humano. Niega la propia naturaleza y decide que ésta no se le ha dado como hecho preestablecido, sino que es él mismo quien se la debe crear. Según el relato bíblico de la creación, el haber sido creada por Dios como varón y mujer pertenece a la esencia de la criatura humana. Esta dualidad es esencial para el ser humano, tal como Dios la ha dado. Precisamente esta dualidad como dato originario es lo que se impugna. Ya no es válido lo que leemos en el relato de la creación: «Hombre y mujer los creó» (Gn 1,27). No, lo que vale ahora es que no ha sido Él quien los creó varón o mujer, sino que hasta ahora ha sido la sociedad la que lo ha determinado, y ahora somos nosotros mismos quienes hemos de decidir sobre esto. Hombre y mujer como realidad de la creación, como naturaleza de la persona humana, ya no existen. El hombre niega su propia naturaleza. Ahora él es sólo espíritu y voluntad. La manipulación de la naturaleza, que hoy deploramos por lo que se refiere al medio ambiente, se convierte aquí en la opción de fondo del hombre respecto a sí mismo. En la actualidad, existe sólo el hombre en abstracto, que después elige para sí mismo, autónomamente, una u otra cosa como naturaleza suya. Se niega a hombres y mujeres su exigencia creacional de ser formas de la persona humana que se integran mutuamente. Ahora bien, si no existe la dualidad de hombre y mujer como dato de la creación, entonces tampoco existe la familia como realidad preestablecida por la creación…”.

Termina la exposición diciendo que la posibilidad de cambiar la naturaleza existe. Dios perdona siempre, la naturaleza nunca. Anima a buscar el bien y la verdad y a tratar de trasmitirlos a nuestro alrededor.











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